Autor: JOHN SENIOR
Sinopsis:
Una de las novelas más leídas de nuestra literatura reciente, El despertar de la señorita Prim, debe mucho a este libro. ¿Qué misterio conecta la obra de un profesor de la universidad de Kansas, empeñado en restaurar la cultura cristiana, con una señorita contemporánea en busca de sentido?Quizá la perspectiva de Senior tiene tanto de universal, o sea de católica, que su influencia es capaz de extenderse mucho más allá de lógicas espaciales o temporales, redescubriendo con asombrosa sencillez verdades permanentes de nuestra civilización.
“Debemos poner nuestro mayor esfuerzo en restaurar la lectura en la casa y, sobre todo, la lectura en voz alta: junto al fuego del hogar en invierno, y en el porche, en las noches de verano. Denles a sus hijos una catequesis fuerte, sermones serios, buenos ejemplos y ejercicio físico. Gobiérnenlos con firmeza, pero no los enfermen: déjenles leer los buenos libros “peligrosos”, y déjenles practicar deportes “peligrosos”, como el rugby o el montañismo. La condición humana supone que alguno se quiebre una pierna y peque, pero en una familia católica bien equilibrada las caídas serán pocas y los cuerpos y las almas se recuperarán.
Quizás alguien que esté leyendo estas páginas en este momento se levantará y destrozará el televisor. Ese acto, que no modificará el curso de la historia, cambiará radicalmente su vida y, sobre todo, la de sus hijos.”
John Senior
Opinión personal:
El autor del libro fue catedrático de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Kansas. Dirigió el programa de estudios Pearson junto con Frank Nelick y Dennis Quinn, que provocó una oleada de conversiones a la fe católica. La Universidad de Kansas cuando se enteró, se cargó el programa, pero más de 200 jóvenes ya habían abrazado la fe católica.
Leer este libro me ha aportado mucho, habla de los valores en la familia, volver a lo tradicional, que lejos de lo que puedan pensar algunos es recuperar lo bueno que hemos perdido, darnos cuenta de que esta forma de vida moderna y de prisas no nos conduce a nada bueno. Leer más, leer clásicos (Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, San Agustín...) escuchar música, memorizar poemas, aprender a bailar, hacer deporte... nada aburrido, vamos.
También habla de que es bueno leer vidas de santos pero es mejor aún leer lo que han escrito los propios santos.
A quienes hayan leído "El despertar de la señorita Prim" y les haya gustado, van a llegar a este libro y van a disfrutar, seguro, como lo he hecho yo desde la primera página, porque está como impregnado de "sabiduría" por llamarlo de algún modo.
Recomiendo su lectura sobre todo a los católicos modernos o modernistas que se dejan arrastrar por corrientes que están muy alejadas de la doctrina de Cristo.
