Autor: MARÍA VALLEJO-NÁGERA
El análisis más exhaustiva de un tema religioso apasionante y desconocido.
El purgatorio es un lugar infinitamente desconocido; es prácticamente imposible encontrarse por la vida un santo como los muchos que presenta la autora en esta obra.
El objetivo que se marca María Vallejo-Nágera con este libro no es despertar curiosidades insanas y mucho menos convencer al lector escéptico o de diferente religión a la católica de la existencia del mismo. Lo único que pretende es ayudar a comprender mejor lo que se sabe o se afirma sobre este tema desde el punto de vista católico, que es profundo y está muy trillado por la Iglesia desde sus comienzos allá por el siglo I.
Hay muchas personas que aun siendo o considerándose católicas viven muy alejadas de practicar la fe.
Opinión personal:
Reconozco que hace varios años empecé a leer este libro y me dio tanto miedo que tuve que dejarlo. Pero tras haber escuchado una conferencia de su autora en la que, entre otras cosa, habla de María Simma cuya entrevista que le hizo Nicky Eltz pude leer hace un tiempo, en el que narra infinidad de testimonios sobre las benditas almas del purgatorio, pues decidí de nuevo intentar leerlo.
Es cierto que algunos de los testimonios que narra María Vallejo.Nágera dan un poco de canguelo pero sin duda ha sido una lectura que me ha aportado mucho.
El libro tiene como dos partes, la primera parte habla sobre santos que han tenido experiencias con las benditas almas del purgatorio como santa Faustina Kowalska cuyo diario leí hace unos 20 años, o de santa Isabel de Portugal de quien curiosamente ¡qué casualidad! acabo de leer su biografía como habréis visto los 15 seguidores del blog. Y otra curiosidad importante es que el día que leí esa parte era san Bernardo de Caravalal, lo supe más tarde, y descubrí que la oración "Acordaos, oh piadosísima Virgen María... " ¡es suya! lo que aproveché para mandársela a un montón de personas. Hay otros testimonios y recuerdo uno que es por el que no pude terminar el libro la primera vez.
Lo que yo digo segunda parte, es sobre testimonios actuales de personas anónimas, y por último oraciones para pedir por las almas del purgatorio y para nuestra propia alma como las de santa Brígida que también están en el libro.
Recomiendo la lectura de este libro por muchas razones pero solo voy a destacar una, la que para mi es más importante, la de rezar más por las benditas almas del purgatorio. Leer este libro me ha ayudado a entender mejor que necesitan de nuestras oraciones diarias, del ofrecimiento de la Eucaristía, del Santo Rosario y de otros sacrificios personales.
Desde que leí el libro, aunque ya rezaba por los difuntos, ahora lo hago con más perseverancia, y por supuesto lo de rezar por los difuntos en los funerales. Hay una frase de la autora que también la he escuchado en alguna de sus conferencias que dice algo así como que los funerales no son un acto social, son el momento más importante en el que tenemos que pedir por el difuntos porque tal vez de nuestras oraciones dependa que su alma suba al cielo o permanezca en el purgatorio sufriendo el peso de sus pecados porque nadie reza por ella.
Para terminar, otra curiosidad. Cuando algún libro me gusta o me aporta algo bueno, lo comento con la gente de mi entorno y con este ha sucedido algo curioso. Hablando del tema con un grupo de personas que son creyentes pero no son practicantes, dos de ellas me han revelado dos experiencias personales sobre difuntos. En fin, prefiero no tener nunca esas visiones, pero la recomendación para quienes las tengan (y para las que no) es que recen por ellas.
