"SAN ANTONIO DE PADUA" Jan Dobraczynski

Título: SAN ANTONIO DE PADUA

Autor: JAN DOBRACZYNSKI

Editorial: PALABRA





Sinopsis:

 San Antonio de Padua es uno de los santos más populares, sin embargo, su vida es muy poco conocida, ya que ha quedado como oculta detrás de unas cuantas devociones muy difundidas que, aunque buenas, impiden ver la grandeza de su humildad y la eficacia decisiva de su presencia en los primerísimos tiempos de la Orden franciscana. Dobraczynski nos describe las circunstancias que acompañaron a Antonio cuando, después de haber vivido muchos años sumergido en dudas e inquietudes, llegó a Italia para tomar parte en el Capítulo de Porciúncula. Se encontró allí perplejo e indeciso: él, gran sabio y amante de la ciencia, tenía que presentarse ante el fundador de la Orden, que tenía fama de oponerse a que los hermanos se dedicaran a cultivar la ciencia, incluso teológica. Sin embargo, aquel encuentro no tuvo nada de violento. Antonio fue encargado de dirigir y supervisar la formación intelectual dentro de la Orden. Y, después de la muerte de San Francisco -que llamaba cariñosamente a Antonio "mi obispo"-, fue Antonio quien tuvo el papel decisivo de dar un impulso a la orientación hacia el futuro de la Orden, aunque él personalmente no desempeñara ningún cargo dentro de su jerarquía. San Antonio ocupa un lugar privilegiado entre los grandes predicadores del siglo XIII. Las crónicas antiguas nos hablan no solamente de los diferentes milagros hechos por él, sino también de la influencia prodigiosa de sus palabras, lo cual se debe en gran parte a la fuerte personalidad del santo y a su emocionante humildad.

Opinión personal:

Con la calidad narrativa y el rigor histórico al que este autor nos tiene acostumbrados, consigue que empaticemos con el personaje.

Me ha gustado mucho leer la vida de San Antonio de Padua y descubrir su gran humildad, aún siendo un hombre de ciencia con muchos conocimientos y un gran don para la oratoria.

Como datos que me han llamado la atención, uno ha sido que  conoció a San Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana a la que pertenecía, así como a Santa Clara de Asís y muy probablemente a San Domingo de Gúzman, fundador de la orden de los dominicos.
Sobre la imagen de San Antonio de Padua que solemos ver representada el algunas obras pictóricas con el Niño Jesús en brazos se debe a que en una ocasión se le apareció la Virgen María con el Niño Jesús y le dejó coger al Niño en brazos.

Cuando llegaba a una ciudad acudía mucha gente a escuchar sus sermones, después de los cuales había numerosas conversiones. Gracias a su oratoria muchas personas volvían a encontrar la fe. Esta es la razón por la que se ha difundido popularmente la costumbre de recurrir a San Antonio para encontrar cosas perdidas.

¿Habéis perdido algo? ¿La fe tal vez? pues ahí os dejo esta oración:

 Glorioso San Antonio, tu has ejercido el divino poder de encontrar lo que estaba perdido. Ayúdame a volver a encontrar la Gracia de Dios, y hazme celoso en el servicio de Dios y en vivir las virtudes. Hazme encontrar lo que estaba perdido, para mostrarme la presencia de tu bondad. (Padre nuestro, Ave María, Gloria)